jueves, 28 de noviembre de 2013

Viejo retrato de matices sombríos (crónica)

 

Clemente Giraldo Jiménez. A partir de su testimonio se escribió parte del texto principal que sigue. Retrato del año 1900 aproximadamente. 


   

Nota introductoria del editor

 
 
     La crónica que les presento fue escrita por el granadino Domingo Castaño Giraldo en 1940, año dorado en la historia que conozco de Granada (Antioquia). En aquella época parece que Domingo finalizaba sus estudios como bachiller. Su texto comenzó a pintar un bello y ambicioso "cuadro" de la historia de su pueblo que, como él mismo lo dijo, quedó inconcluso . Sin embargo, aporta elementos muy importantes para el estudio de la historia de Granada, porque básicamente  Domingo se refirió a hechos de los que fue testigo, o repitió lo dicho por un protagonista tan importante de esa historia como lo fue el párroco Clemente Giraldo Jiménez, quien había fallecido en el año 1933.

     El texto de Castaño reafirma una hipótesis científica que posiblemente desarrollaré en un texto propio, y es la siguiente. En los años ´30 del siglo pasado, la iglesia católica antioqueña, presidida por el arzobispo Manuel José Caycedo (1851-1937),  tuvo fuertes vínculos con movimientos políticos de extrema derecha, hasta el punto de que en Colombia se habría confirmado el aserto de que el imperialismo alemán de Adolfo Hitler utilizó a la Iglesia para infiltrarse y ganar simpatías en América latina. En Granada (Antioquia), quedan aún vestigios materiales, espiritules y comportamentales de este vínculo, que fue apenas una continuación natural de la mentalidad colonial establecida por el imperio español.
  
     Para facilitar la comprensión del texto incluí entre corchetes [ ] el significado de algunas palabras antiguas (arcaísmos) o inusuales (jerga). Los vocablos de jerga y apodos los puse entre comillas (" ") para destacarlos. En algunos pasajes oscuros acudí a notas de pie de página numeradas de 1 a 10, buscando su aclaración. No hice cambios en el cuerpo del texto, excepto mejorar la distribución de los párrafos. Aunque las ampliaciones hechas pueden en algún momento desdibujar la belleza del texto original, lo cual no es agradable, puede omitirse la lectura de esas ampliaciones y aclaraciones una vez comprendido el significado de los términos y el contenido del texto. Atentamente el editor.



Título original: "Granada en los últimos diez años". Autor: Domingo Castaño Giraldo (1940)

 

Transcripción y edición: Luis Fernando Arredondo Gómez

 
 
 
     Era el año 1930 más o menos por esta misma época, el que estas líneas escribe, acababa de llegar de la ciudad fundada por Jiménez de Quesada [Bogotá] a donde había sido enviado hacia varios años a perfeccionar sus estudios secundarios. En fin, que el pueblo lo encontré donde mismo lo había dejado; pues no se había corrido ni un milímetro para atrás ni para adelante ni para los lados. Estaba situado en la misma hondonada, a la ribera derecha del riachuelo Vahos, hoy quebrada de Santa Bárbara [1], y circundado por las mismas lomas que desde el tiempo de los compadres están alfombradas de terciopelo verde, y que de vez en cuando aparecen con los lunares blancos de una que otra vaca orejinegra con su ternero, o cuando no, al lado de un potro alazán. En las huertas vecinas, aparte del yerbajo familiar con sus cutus-cutus, se veían algunos sembrados de hortalizas y legumbres; pues ya las "chocoleras" [cosechas de maíz] estaban cogidas y las que no estaban comidas, seguro estaban en trojes [graneros], colgadas de las vigas con la respectiva defensa de los ágiles  roedores.



     Las buenas gentes de mi tierra, todas me saludaban por mi nombre y yo apenas sí me acordaba de uno que otro nombre propio; pero a todos correspondía con igual saludo. Yo en realidad, estaba experimentando un cambio muy repentino; pues a la sazón que estaba en pleno romanticismo [enamorado], me sentía algo así como fuera de mí, ausente, sólo y nostálgico de las bullangueras capitalinas [muchachas de Bogotá], de los estudiantes inquietos y retozones [alegres y traviesos]; sin embargo tenia horas de solaz [descanso] y de contento al verme en medio de los míos... El padre Clemente ya nonagenario [con noventa años de edad], compartió conmigo la satisfacción familiar del retorno hogareño, comprendió también la nostalgia de los días idos y conversamos plácidamente de sus idas y regresos de otros tiempos, de la navegación por el alto y bajo Magdalena, de los caminos, de las gentes y de las cosas que ambos habíamos visto y oído en nuestros viajes... La vida de Granada en ese entonces, costumbres, usos y modas, niños, hombres y mujeres, eran sencillos y rústicos como los de una aldea de los Alpes en el siglo XVII bajo la tutela espiritual de un santo P.[padre o cura] Vianney [2] a quien personificó en un todo y por todo el P.[padre o cura] Clemente.



     La vida de Granada por aquel tiempo, en nada se diferenciaba de la de Santafé [Bogotá] en los días de la llamada Patria Boba [3] de nuestra historia : alimentos, viviendas, vestidos y usanzas, eran ni más ni menos que las cantadas por nuestro poeta regional [Gregorio Gutiérrez González] en su célebre  geórgica [obra literaria que trata de la agricultura] sobre el cultivo del maíz en Antioquia. Así se deslizaban las horas, los días y los meses en esta tierruca [lugar de nacimiento] de Dios. Expiraba el año de 1930 y la República toda se preparaba de una manera inusitada para rendir un homenaje de admiración y gratitud al Padre de la Patria [Simón Bolívar]; con motivo del primer centenario de su muerte. Granada no podía quedarse a la zaga en la conmemoración de este histórico [suceso] y fue menester movilizar todos los resortes de la buena voluntad a fin de celebrar algo decoroso y digno del héroe.

 
Simón Bolívar
 
   La estudiantina bulliciosa que en esos días de vacaciones hacia rochela [algarabía o escándalo  e importunaba la vida sosegada [tranquila] de nuestros pacíficos parroquianos, no quiso someterse a ver por mas tiempo los mismos "maquetrefes" [por contexto se refiere a mamarrachos u objetos ridículos]  de nuestra plaza publica, y en un momento de retozo [travesura] juvenil, todos a una, ávidos [deseosos] de cosas nuevas, optaron por "barrer y limpiar" [4] muy bien todo lo que afeaba y hería la vista de la plaza, contra el querer de casi todos los ancianos apegados siempre a lo viejo y tradicional. La demolición de lo único que adornaba nuestra plaza de mercado, fue un hecho [importante]: la famosa pila, dizque la obra del genial artista y cementador "Natilla", (q.e.p.d.), [fallecido] fue totalmente arrasada por las hordas estudiantiles de 1930.


      A los pocos días, lo que antes ocupaba el lugar de la famosa pila, fue tomando perfiles de parque en miniatura y luego tuvo pedestal, sobre el cual se coloco la carga Carvajal-caraqueña [se refiere al busto (escultura que va de la cabeza a mas abajo de los hombros) de Bolívar, hecho por la familia Carvajal de Medellín, el cual aun existe en la plaza principal de Granada], que primero estuvo en las espaldas de nuestros mas típicos braceros. Con el centenario [del fallecimiento] de Bolívar, ya nuestra vieja plaza tuvo parque [5], flores, pedestal y busto a donde todos los días por la tarde, concurrían nuestras damitas dizque a "cultivar" [provocar o seducir] primero, y después a charlar y mirar, coquetear y "levantar" [enamorar o conquistar]...A pesar de las flores y las muchachas en el parque, la vida de Granada todavía se deslizaba suave y tranquila como la de los montañeses alpinos [6]... Pero mientras aquí se yacía en el letargo [modorra o sueño muy pesado] soporífero [que obliga a dormir] y aparente de la [época] colonia[l], mas allá de nuestros lindes [linderos o fronteras] municipales, afortunadamente en el resurgimiento de una vida mejor y mas del siglo XX [siglo veinte] para los moradores ignaros [ignorantes] de esta tierra escondida.
 
 

"Plaza principal" de Granada tomada
de un ejemplar del Periódico Granada de 1940.
 Intrínsecamente indica que había mas "plazas" en el pueblito
y el carácter de éstas era preferentemente mercantil,
ubicadas posiblemente entre las distintas calles.
 
  
    
   Con tal motivo [7] se emprendieron los primeros ensayos de estudio de exploración y penetración de vías  Y he aquí que de pronto un día cualquiera de la mitad del mes de agosto de 1932, la población entera de Granada se sintió sobrecogida de espanto al ser saludada de improviso por un águila de acero que en estudio de una nueva ruta, hacia su recorrido desde la capital de la República [Bogotá]. Al paso majestuoso y solemne de la nave aérea, nuestros tímidos e ingenuos campechanos, salían precipitadamente de sus cabañas, creyendo que se trataba de cosas ultraterrenas; y a medida que el aparato se acercaba mas, sintiéndose por tanto mas fuerte el rasguido del aire, el temor de las gentes sobreexcedía [era mayor] a toda ponderación [a todo lo que se pudiera prever], hasta el punto de no haber faltado quien hubiera experimentado en su desequilibrada nerviosidad [miedo], los efectos materiales de los bombardeos alemanes: abrazos y besos de [Adolfo] Hitler o gripa brava y contagiosa...


     No haciendo caso de los estragos y dejando atrás las ruinas, la ruta quedo ensayada e inaugurada al mismo tiempo [8]... Pero hoy con solo la mirada escrutadora de los espectadores y la orden terminante a los gallinazos para que conserven su derecha, esos tales automotores alados, pasan muy serios fumando [cigarrillos marca] luki [Lucky Strike] o Kool y desprecian nuestros perfumes criollos e inocentes de salvia, chilca y sietecueros [9]... No le hace [no importa]... Pueda ser que no les hagamos falta algún día...




 

     Estamos ya en 1933. Este año nos trae dos acontecimientos notables que marcan época en la historia de nuestro pueblo, como los marco en Europa la entrada del siglo XV [siglo quince]. En medio de los anhelos y de la incertidumbre temerosa de que nos llegara la gran vía carreteable que había [habría] de ponernos en comunicación cómoda y directa con el resto del mundo, la hoz inexorable de la muerte, llego de la noche a la mañana y nos arrebato la mejor joya del pueblo: el padre Clemente desaparece de entre los vivos [10]... A su memoria descubramos y hagamos un silencio.


     Prosigamos: amanece un día claro en el horizonte, pero helado en todos los repliegues de la sierra, quizás por motivos de la estación. Es el 23 de diciembre del año referido [1933]. Las gentes alborozadas [alegres] rumoran y comentan que ese es el día señalado por el ingeniero constructor de la obra, para decirle a Granada que ya tiene carretera. Las gentes van y vienen. Unos aseguran y dicen que si es verdad; otros dicen que es imposible; los de mas allá niegan rotundamente y los de mas acá "vocilan" [vociferan o hablan con fuerza] y están perplejos [dudan o no saben que pensar]. Se acerca la tarde y la expectativa crece. Algunos no se aguantan y se van al tope [al encuentro] del vehículo. Son las cuatro de la tarde: Granada entera se estremece [tiembla, se conmueve] de jubilo al oír por vez primera el ruido y el pitazo prolongado del automotor... Chicos y grandes sin distinción de sexo y condición corren y gritan a convencerse de lo que hay. Efectivamente el olor de gasolina se ha sentido y no cabe la menor duda de que nos vamos a marear... Y desde aquella misma tarde, quedo definitivamente inaugurada la carretera para las bestias y los choferes y provisionalmente para los transeúntes... Desde entonces "chocolito" goza de un prestigio sin igual por su exactitud y seriedad en los carros de Granada; lo mismo que el "monolito" por su poco afán y mucha parada.
 

 


Carros que prestaban el servicio de transporte en Granada (Antioquia)
 por 1940. Foto en el mismo periódico local de la época.


     Y al pie de estos carros os dejo, amigos lectores, esta crónica inconclusa y aburridora, que como los caminos de hace diez años, conducían de Granada a Santuario; mas como ya es nueva la vía y muchas las cosas del centenario [9], reíd y montaos ahora.

Granada, diciembre de 1940.

DOMCA [Domingo Castaño Giraldo].



[Crónica tomada de un ejemplar del periódico Granada de 22 de diciembre de 1940, página 12]


Notas del editor:




[1] Parece que el cambio del nombre del riachuelo mencionado hubiera sido después del año 1930 y antes de 1940. Según Luis Mario Gómez Aristizábal ("negro"), en el articulo "Cronología de Granada desde 1900" [Revista Granada numero 127, de enero de 2007, pagina 9], el Concejo municipal de Granada decidió cambiar el nombre de las calles de esta población con motivo del centenario de la muerte de Simón Bolívar.


[2] Dice Wikipedia en español: "Juan Bautista María Vianney (* Dardilly, 8 de mayo de 1786 – † Ars-sur-Formans, 4 de agosto de 1859, Francia), conocido como el Santo Cura de Ars, fue un presbítero francés proclamado patrono de los sacerdotes católicos, especialmente de los que tienen cura de almas (párrocos). Su humildad, su predicación, su discernimiento y saber espontáneos, y su capacidad para generar el arrepentimiento de los penitentes por los males cometidos fueron proverbiales. Administrador del sacramento de la penitencia durante cuatro décadas a razón de más de diez horas diarias, llegó a hacerlo entre dieciséis y dieciocho horas por día durante trece años, desde 1830 hasta que enfermó en 1843. Se lo considera uno de los grandes confesores de todos los tiempos."


[3] Se denomina "patria boba" al intento independentista de gobierno por parte de los criollos y en contra de los españoles que va de los años 1810 a 1816. Este proyecto libertario fracasó por las pugnas (peleas) entre los criollos. Comparar al municipio de  Granada (Antioquia) de 1930 con la Santafé de Bogotá de 1810, capital del Virreinato de la Nueva Granada, no solo es exagerado sino mentiroso, comenzando por las diferencia entre las idiosincrasias antioqueña y bogotana, entre una inmensa sabana y una pequeñísima hondanada, y un largo etcétera. Sin embargo, una similitud relativamente acertada que incluiría "solapadamente" el autor, sería la de que también en Granada, como en la "patria boba", las divisiones internas -la guerra entre camarillas- y la falta de un liderazgo nítido  impide el progreso del pueblo.



[4] Forma cínica o sencilla de referirse a un despliegue de autoritarismo de corte fascista. El entrecomillado es mío, pero esta dictado por el texto, como en otros casos.

 

Entre el círculo amarillo, Domingo Castaño de niño;
entre el circulo azul, Clemente Giraldo. Izq-der-arriba:
Román Castaño Ochoa junto a su esposa Luisa Giraldo
(sobrina del cura Clemente), con sus hijos: Francisco Luis.
Izq-der-abajo: Domingo, Benjamín, Pablo Enrique, Pastor
y Carlos Román Castaño Giraldo.
(Retrato facilitado por Luis Mario Gómez Aristizábal, "negro".)




[5] De aquí se infiere que en Granada la plaza fue desde siempre y ante todo centro comercial y no lugar de esparcimiento. Esta configuración se perfeccionó con el nacimiento de la más que centenaria "Feria de Ganado".


[6] Plantea similitudes entre los granadinos y los campesinos europeos, idea que pervivió mucho tiempo y determinó la conducta de aquéllos colombianos en su pueblo y en otras regiones. Configuró o reforzó, además, cierta autodenominación granadina que es muy cercana al concepto nazi de "raza superior" o al concepto judío de "pueblo elegido", que pueden ser vistos como la cara y el sello de una misma moneda. 


[7] Hace un elogio velado del modernismo que por aquellos años promovió el gobierno liberal del presidente Enrique Olaya Herrera (1930-1934) quien terminó con el período de 45 años ininterrumpidos de gobierno conservador (la denominada "hegemonía conservadora") y quien tuvo por consejero personal al Duce (líder militar y fascista) italiano,  Benito Mussolini, esto último lo afirmó por la época el filósofo envigadeño Fernando González en su revista Antioquia.


[8] Se plantea que aquel vuelo de un avión (seguramente de la compañía alemana Scadta, la primera aerolínea que prestó sus servicios en Colombia), evidenció el estudio y principio de aplicación de unos planes de "modernización" cuyo origen debe estudiarse, en los que fue contenido el municipio de Granada.
 


[9] Parece indicar el autor que estas plantas eran utilizadas tradicionalmente en Granada como sustitutos del tabaco.



[10] Definitivamente la comunicación de Granada por carretera y la muerte del párroco Clemente Giraldo, ocurridas con mucha cercanía en el tiempo, debían haber implicado un cambio de época y de rumbo en la historia granadina, sin embargo, parece que los lideres eclesiásticos y políticos del pueblo tomaron todas las medidas necesarias para mantener al municipio de Granada sumergido en el letargo y en el atraso a que se refiere Domingo Castaño Giraldo en 1940.

 
                          Mercado en la plaza principal de Granada a principio de los años noventa.

[11] Aquí se refiere ya a la gran cantidad de obras publicas que se inauguraron en Granada con motivo de los cien años del nacimiento del padre Clemente Giraldo. Este había nacido el 23 de noviembre de 1840 en el municipio vecino de El Santuario (Antioquia). El presupuesto asignado a Granada para el año de 1940 estaba entre los 5 mil y los 9 mil pesos, pero había sido embargado, razón por la cual el municipio no pudo disponer de un solo peso proveniente de las rentas del departamento o de la nación. Se ignora desde cuando operaba el embargo por una mala inversión en el proyectado tranvía de oriente, sin embargo se estimo que el valor de las construcciones inauguradas en el municipio dicho año, sin contar con el valor del templo parroquial, eran "cercanas" a los 60 mil pesos. Pudieron tal vez llegar al triple de este valor, es decir,  entre 20 y 30 veces la cuantía del presupuesto del municipio. De donde salió el dinero?  De los comerciantes granadinos? Permítanme dudarlo. Multipliquemos por 20 el presupuesto actual y pensemos si los granadinos con sus aportes pueden igualar esa cantidad. Permítanme dudarlo.
 
 
FIN


 
 

 

 
                              

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